¿Y si Madagascar fuera una conquista española?

Colonia francesa desde 1897 hasta 1960, pisoteada por los talones de numerosos ingleses, visitada por exploradores portugueses, la gran isla siempre ha sido lugar de tránsito de numerosas nacionalidades. En la isla aún hoy se encuentran vestigios de sus incesantes pasos: hay una comunidad italiana, una comunidad árabe, una comunidad francesa, una comunidad estadounidense, una comunidad belga, una comunidad china y una comunidad africana.
Y aún más, entre toda esta gente se cuelan residentes solitarios, rusos, alemanes y japoneses. Desde la creación de Madagascar como estado, la isla no ha dejado de acoger a ciudadanos extranjeros.
Pero si el sombrero blanco de los gendarmes franceses fue sustituido por el castillo dorado de Castilla, el león rojo de León y las bandas rojas y doradas de Aragón español. Tras su descolonización, la estructura dejada por el dominante deja un Estado unitario, y con los primeros gritos de la república se cambia su constitución, lo que da lugar a varias administraciones políticas. Así pues, en este artículo nos interesamos por lo que podría haber dado un injerto político ibérico en el seno de la gran isla de Madagascar.

1.Un intestino diferente

España y Francia son dos países famosos por su gastronomía. Mientras que en Francia se come el boeuf bourguignon, en España se disfruta de la paella y los platos picantes. La cocina española es sabrosa, se comen alimentos tanto crudos como cocinados, y no se duda en combinarlos con todo tipo de condimentos. La gastronomía francesa, por su parte, suele cocinar los alimentos. Heredera de esta tradición, la cocina malgache se adereza con caldos, asados y parrilladas.
Con la influencia española, seguramente se habrían utilizado más condimentos, y las plantaciones de clavo en el noreste de la isla, de cúrcuma en el este, de anís estrellado en el noreste y de pimienta en el sur habrían tenido sin duda un papel más importante en el repertorio culinario malgache.
Por lo tanto, el sistema digestivo es el primer cambio que habría traído consigo este trasplante español: el paladar, el estómago, el intestino y el intestino grueso habrían tenido otro sabor.

2.Pies diferentes

Con 20 títulos de campeones de Europa, 1 título de campeones del mundo y 4 títulos de campeones de Europa, los equipos españoles tienen una gran importancia en el mundo del fútbol. Ya se trate de los clubes españoles o de la selección nacional, La Roja, el fútbol español destaca, como lo demuestra el éxito rotundo de los países que fueron conquistados por España durante la era colonial. Argentina, 3 veces ganador de la Copa del Mundo; Uruguay, 2 veces ganador de la Copa del Mundo.
Si los frutos son numerosos es porque el árbol es imponente: España tiene sin duda una fuerte cultura futbolística y la ha transmitido a sus conquistas coloniales. Como uno de los deportes más emocionantes de España, el fútbol habría ocupado un lugar central en el modo de vida malgache.
Si Madagascar hubiera sido una colonia española, los malgaches habrían adquirido el gusto por el fútbol: más que un deporte popular, habría sido una disciplina nacional.

3.Una lengua diferente

Si Madagascar hubiera sido conquistada por España, después del malgache, la lengua oficial habría sido el español. El español es la segunda lengua más hablada del mundo y se habla en 21 países: España, Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, El Salvador, Ecuador, Guatemala, Guinea Ecuatorial, Honduras, Nicaragua, México, Panamá, Paraguay, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.
Por delante del francés en cuanto a número de hablantes, el español es una lengua viva con sonidos sutiles que favorecen la expresión oral, más que la racionalidad y la lógica, y se da más importancia a la coherencia con uno mismo en el discurso, lo que se traduce en personalidades más marcadas. Por otra parte, la lengua ibérica es una lengua que requiere un aprendizaje profundo. En el español hay tres modos verbales con diecinueve tiempos verbales.
Es una lengua rica y compleja, que requiere una mente dispuesta para dominarla correctamente. Un dato interesante sobre el español es que a menudo se ofrece como lengua viva adicional en los diferentes sistemas educativos del mundo.

4.Una administración diferente

A diferencia de Francia, España funciona con una monarquía constitucional que data de 1978. Sin embargo, durante la colonización, instauró el mismo tipo de régimen de protectorado en sus territorios vasallos.
Ha estado dos veces bajo una república, la primera vez de 1873 a 1874 y la segunda de 1931 a 1939. En España se observa una gran estabilidad política, la Constitución se respeta escrupulosamente y se revisa muy poco, el concepto de revolución política está fuera del ámbito público. Por ello, España es, por su historia política, un modelo de estabilidad. Los hechos lo justifican: los países vasallos de España tienen menos cambios constitucionales que los vasallos de Francia o incluso que la propia Francia.
Francia tiene cinco repúblicas y Madagascar cuatro. Si Madagascar hubiera sido una colonia española, tal vez habría seguido los pasos de España y se habría quedado en la primera o segunda república para tener una administración diferente.

5.Playas más animadas

Ibiza, Buenos Aires, Montevideo, Caracas… Todas estas ciudades tienen algo en común: son ciudades costeras y famosas por su litoral. Más que lugares de tránsito de mercancías, las ciudades costeras en la cultura hispánica son lugares de fiestas y celebraciones, asociadas a las fiestas de verano, la diversión y el turismo. En Río de Janeiro se celebra el Carnaval de Río de febrero a marzo; en Buenos Aires se celebra el Corso de Buenos Aires a finales de febrero, y en Caracas se celebra el Carnaval de Caracas en febrero.
Las playas hispanohablantes son animadas y rebosan vitalidad.

6.Diferentes medios de transporte

Otro hecho esencial que habría cambiado la colonización española en la isla grande es el gran gusto por el transporte público, especialmente el autobús. Se trata de un detalle cultural, ya que todas las colonias españolas tienen un gusto pronunciado por el transporte público, las líneas de autobús suelen estar muy desarrolladas y son muy populares entre sus ciudadanos. En la gran isla y en otras antiguas colonias francófonas se prefiere el taxi para desplazarse por la ciudad, que es el medio de transporte colectivo preferido, aparte del coche particular. Ya sea en coche o en moto, los ciudadanos pueden elegir cómo llegar a tiempo.

7.Cócteles diferentes

Francia y España son dos países con una cultura gastronómica muy fuerte, pero más que los alimentos, son las bebidas las que entran en juego cuando se compara la cultura hispánica con la francófona. En primer lugar, hay vinos diferentes, licores distintos, pero sobre todo cócteles específicos de cada idioma. En los países francófonos se bebe principalmente kir, bloody mary y mimosa, mientras que en los países hispánicos se bebe mojito, cuba libre y daiquiri. Aunque es posible encontrar estos cócteles en cualquier parte del mundo, siguen siendo identificativos de cada comunidad y se encuentran principalmente en su comunidad de origen.

8.Un sistema educativo diferente

Aquí, como en casi todo este artículo, hablamos de dos modelos que funcionan y que han demostrado su eficacia. Ambos modelos son intercambiables y, de hecho, tienen sus equivalentes recíprocos en el sistema educativo europeo. En los países hispanohablantes, se trata de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) con evaluación continua y el Bachillerato; en los países francófonos, tenemos el Brevet des Collèges y el Baccalauréat.
En cuanto al método pedagógico, se trata de dos enfoques ligeramente diferentes, uno basado en la pedagogía tradicional y el otro en la pedagogía ambiental.
Los dos sistemas educativos universitarios son prácticamente similares, hay escuelas que tienen campus en ambos países y numerosas colaboraciones universitarias entre las dos naciones.